RM: "Si hay una meta que haya de alcanzarse, ésta no puede ser permanente. La meta debe estar ya aquí. Nosotros buscamos alcanzar la meta con el ego, pero la meta es antes que el ego. Lo que es en la meta es incluso anterior a nuestro nacimiento, es decir, al nacimiento del ego. Debido a que nosotros existimos, el ego parece existir también. Si miramos al Sí mismo como el ego, entonces devenimos el ego, si lo miramos como la mente devenimos la mente, y si lo miramos como el cuerpo devenimos el cuerpo.
Es el pensamiento el que constituye envolturas de muchas maneras. La sombra en el agua se encuentra que se mueve. ¿Puede detener alguien el movimiento de la sombra? Si cesara de moverse, entonces usted no notaría el agua sino solo la luz. Similarmente, para no notar el ego ni sus actividades, vea sólo la luz que está detrás. El ego es el pensamiento yo. El verdadero «yo» es el Sí mismo".